Esta pandemia global sin precedentes está desafiando viejas estructuras. El trabajo en línea, por tanto tiempo temido, hoy es la única alternativa ante la complejidad ¿estamos preparados/as/es? Te damos algunas recomendaciones.

Google nos recuerda hoy el equinoccio de otoño, el momento del año en que  el día y la noche duran lo mismo, a excepción de los polos. El equinoccio como fecha específica del año iguala la duración de los días con las noches, así como nos iguala en la vulnerabilidad que sentimos, bajo la amenaza del contagio de coronavirus.

Este virus que nos tiene a todas, todos y todes en el mismo lugar a pesar de nuestras diferencias. Para prevenir estamos en una obligada cuarentena,  y debemos tomar los mismos resguardos de salud que toda la población del mundo. Lo que nos sitúa en un lugar de igualdad humanitaria. 

La fórmula de prevención al igual que la manera de salir de esta crisis, tiene que ver con la colaboración, con la solidaridad, con la toma de conciencia y con una necesaria mirada hacia la familia y el autocuidado.

Más allá de las mascarillas o las vacunas, lo que urge es guardarse en familia. Volverse hacia adentro, con tiempo para mirarnos y reconocernos en comunión con la naturaleza, dejar de pensarnos como centros del universo y reconocer nuestra vulnerabilidad a pesar de todo el desarrollo económico. Que ahora de poco nos sirve para superar esta nueva prueba.

A diferencia de otras situaciones de crisis mundial como la peste negra, guerras y catástrofes naturales, hoy más que nunca necesitamos la reflexión hacia la colaboración y a poner en el centro a las personas. Sobretodo aquellas que necesitan más cuidados y mayor resguardo.

Solo dejando de pensar de manera androcéntrica podremos salir adelante y veremos qué impacto tuvo esta obligada forma de sobrevivir en las próximas semanas y meses.

¿Seremos capaces de transformar la forma competitiva e individualista de mirar y estar en el mundo? ¿Aprenderemos a comunicarnos y trabajar en colaboración, igualdad y respeto entendiendo que es la forma de subsistir en armonía con la naturaleza en un mundo interconectado tecnológicamente pero aun no tan humanamente?

Desde las organizaciones y los liderazgos tenemos una gran oportunidad de replantear las culturas, y ahora sí ocupar la tecnología a nuestro servicio. Aprendiendo a compatibilizar los tiempos de trabajo, familia y personal en equilibrio sin perder la productividad. 

¿Será esta vez en la que realmente podamos poner en práctica lo que tiene para ofrecernos la digitalización y una de sus oportunidades para conciliar como lo es el trabajo en línea? ¿Sabremos aprovechar los recursos gratuitos en la nube para comunicarnos y mantenernos unidos incluso en cuarentena, podremos realmente ser eficientes y transformar esta crisis en oportunidad?. 

 

Trabajar en línea es una oportunidad que hay que organizar, y aquí compartimos algunas recomendaciones:

1. Organizar el día.

 Al igual que cuando salimos normalmente a la oficina, debemos tener un horario para levantarse, ducharse, vestirse, tomar desayuno y comenzar nuestro trabajo en línea, con horario de inicio y de término incluyendo intervalos de descanso. Esto es fundamental para enfocarse y no perder el ritmo y seguir siendo eficientes. (ojo que la cama es solo para descansar).

Recomendamos una técnica llamada: Pomodoro, que explica cómo organizarse para administrar de mejor manera el tiempo y enfocarse.

2. Destinar un espacio específico.

Si bien todas las personas no cuentan con un escritorio, la idea es tratar de dejar un lugar específico para trabajar. Idealmente bien iluminado y ventilado para favorecer la concentración.

En familia se pueden organizar turnos para que todos los integrantes tengan su espacio en las mejores condiciones. Al igual que destinar tiempos y espacios comunes para descansar, compartir las comidas  y divertirse.

Es hora de desempolvar los antiguos juegos de cartas, dominós, y otros. Estos sencillos juegos pueden ser una fuente de risas en familia, que ayudan para mejorar el ánimo, liberar estrés y la ansiedad. 

3. Usar herramientas gratuitas.

Hoy tenemos acceso a distintas aplicaciones gratuitas para organizar reuniones en línea. Estas no sólo sirven para gestionar proyectos con nuestros equipo, y realizar nuestro trabajo en línea, sino que también para generar reuniones familiares.

Considerando que  no todas las personas están en familia o acompañadas, puede ser una buena opción para hacerse compañía mutuamente. Sobre todo para quienes están lejos de sus hogares, estas nuevas plataformas permiten acercarnos.

Se pueden revisar opciones gratuitas como: Skype, Hangouts, Meet, Facetime, WhatsApp, y para el seguimiento o gestión de proyectos están algunas como: Trello, Slack, entre otras.

4. Finalmente y muy relevante es agradecer.

AGRADECER, RECONOCER Y COLABORAR con  quienes siguen trabajando por el bien de todas las personas que podemos estar en nuestras casas. Especialmente a quienes están en los servicios de salud exponiendo su propia vida en beneficio de toda la sociedad.

Soledad Candia Ramírez

Directora Ejecutiva

www.lideramujer.org

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