Te compartimos el impacto de la pandemia, durante el 2021, en la salud mental en Chile, para conocer el escenario al que nos enfrentamos en este 2022.
La pandemia por COVID-19 tuvo una serie de consecuencias en nuestra vida diaria, además de las sanitarias. Y si bien en Chile durante el 2021, y segundo año de pandemia, volvimos de forma paulatina a una cotidianeidad menos impactada por el confinamiento, las consecuencias siguen vigentes en diversas áreas.
Un ejemplo de estos ejemplos es el estado de la salud mental en Chile. Área que desde 2020 se vio afectada en diversas aristas y en 2021 no logró reponerse.
De por sí una pandemia afecta a toda la población frente al peligro que enfrentan sus vidas y las de sus personas queridas. Y a estos miedos, preocupaciones y/o pérdidas, se suma la incertidumbre que vive cada país frente a cómo seguir adelante la vida de su población.
Al verse afectadas áreas como la participación laboral, remuneraciones o acceso a insumos básicos, la sensación de estrés aumenta en la población. Pero en estos contextos se debe considerar que la situación se vuelve aún peor para grupos históricamente oprimidos y vulnerados.
En el caso de las mujeres esto significó acrecentar las brechas de desigualdad. En ámbitos comola participación laboral, el trabajo no remunerado, valor de sus remuneraciones, e incluso la exposición a violencia intrafamiliar al tener que vivir en confinamiento.
Esto nos invita a preguntarnos cómo se encuentran las mujeres en cuanto a salud mental luego de dos años de pandemia. Para que al conocer este estado se puedan tomar medidas para mejorarla y prevenir su empeoramiento en posibles casos futuros.
Contexto en Chile frente a este año 2022
En 2021, según la Ipsos, el 56% de las personas en Chile declaró que su salud mental se deterioró desde el inicio de la pandemia. Siendo así el segundo país en el mundo que más empeoró en dicho aspecto.
Pero respecto a este malestar se pueden encontrar cifras que nos advierten sobre un mayor impacto en las vidas de las mujeres. Tales como lo mostró el estudio “Termómetro de la Salud Mental” del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales UC junto a la ACHS. Donde mencionan que en 2021 el 67% de las mujeres dijo sentir estrés por el miedo a que ella o alguien en su hogar pierda el trabajo. Cifra que en los hombres llegó al 49%.
El mismo estudio, reveló que el 37,4% de las mujeres declaró tener o sospechar tener problemas de salud mental, siendo un 28% en los hombres. Además de que el 54,9% de las mujeres declaró tener síntomas, ya sean suaves, moderados o severos, de depresión. Mientras en los hombres fue un 38,3%
Al enfrentarnos a estos resultados debemos considerar que debido a estereotipos de género los hombres suelen mostrar menos sus malestares mentales y emocionales. Lo que no quita la gravedad de las cifras presentadas.
Durante la pandemia se desestabilizaron diversas áreas de la vida cotidiana, además de la salud. Ejemplo de ellas son la participación laboral y la distribución del trabajo no remunerado en las casas, responsabilidad que tomaron en mayor parte las mujeres.
En este contexto se entiende que las mujeres, al tener una mayor carga laboral tanto remunerada como no remunerada, enfrenten problemas de salud mental. Esto junto al estrés de la incertidumbre que presentó la pandemia, que se vuelve aún mayor para las mujeres. Ya que estas vieron su estado de desigualdad impactado para peor, haciendo más difícil la meta de un mundo más igualitario y justo para ellas.
Por lo mismo desde LideraMujer creemos que es esencial considerar estas cifras y llamar a la acción para cuidar la salud mental de las personas. Con énfasis en los grupos más vulnerados como las mujeres.
Potenciar herramientas como la corresponsabilidad en la familia y el autocuidado personal se vuelven vitales para mejorar la calidad de vida de las mujeres y con ello su salud mental.
