A días para elegir a constituyentes que elaborarán la nueva Constitución para Chile, la presencia y apoyo a las mujeres son un tema que no debemos dejar de lado.
Este sábado 15 y domingo 16 se votará para elegir a las personas que confeccionarán la nueva Constitución chilena. Esta contará con 155 personas elegidas por voto popular, y será la primera en el mundo en exigir paridad, con un 45% a 55% de mujeres y hombres.
Contar con paridad significa que la redacción de la nueva Carta Fundamental del país se realizará con una participación equilibrada entre hombres y mujeres, sin favorecer a ningún grupo por encima del otro. Lo que se vuelve histórico en todo el mundo.
Dicho escenario es sumamente importante en el contexto chileno, ya que según el censo realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en 2017, las mujeres son el 51% de la población chilena. Si bien sabemos que ser mujer no garantiza tener una perspectiva de género que vele por los derechos de todas las mujeres, asegurar su participación en el proceso constituyente es un gran paso para una toma de decisiones más equitativa.
La medida de una Constitución paritaria permite la posibilidad de crear políticas públicas y toma de decisiones, con una mirada que tenga perspectiva de género. Esto aumentaría el bienestar de todas las mujeres del país, y aumentaría también la participación política, y en los cargos de toma de decisiones.
Por lo mismo se vuelve importante analizar cuál es el escenario que enfrentaron las candidatas a constituyentes, a portas de las votaciones para elegir a quienes redactarán la primera Constitución paritaria en el mundo.
Barreras en el financiamiento
En marzo de 2021 El Mostrador reveló que, según el Servicio Electoral (Servel), los partidos políticos entregaron $1.311.937.724 a las candidaturas para la Convención Constitucional. De este financiamiento el 51% de los recursos fue destinado a mujeres, y 9 de los 16 partidos participantes entregaron más recursos a ellas.
Pero hay excepciones, uno es la Unión Demócrata Independiente (UDI) que presenta más candidatos que candidatas, 37 y 30 respectivamente. Y cuyo 55,1% de las donaciones fueron para los hombres.
Otro de los siete partidos que entregaron más recursos a los hombres que a las mujeres es el Partido Comunista (PC). Quienes presentan 9 candidatos y 10 candidatas, pero a pesar de que hay una mujer más que los candidatos, el 55% de los recursos fueron entregados a los hombres.
Esta desigualdad en el financiamiento muestra cómo los partidos siguen apoyando, al menos económicamente, más a hombres que a mujeres. Y si bien las razones de cada organización puede ser diferente, a simple vista solo refuerza los estereotipos que posicionan a las hombres como más “aptos” para dedicarse a este campo. En comparación de las mujeres que constantemente deben estar demostrando que su trabajo también es valioso y que también merecen financiamiento.
Importancia de las mujeres en la política
En 2018 el Servicio Nacional de Elecciones declaró que “la inclusión igualitaria de la mujer en la política, el gobierno y la vida pública de nuestro país ha sido, y continúa siendo un beneficio para toda la sociedad. Así, el respeto de los derechos de las personas nos garantiza a todos un país más justo, una comunidad más integrada y pacífica, y por sobre todo más rica en visiones y aportes”.
Desde Lideramujer creemos fundamental que todos los partidos y movimientos políticos se comprometan en apoyar el empoderamiento público de las mujeres. Si como país Chile logrará tener la primera constitución escrita de forma paritaria, es importante que esta paridad se refleje también en las organizaciones internas de los movimientos políticos.
Ya que si esta organización interna se compromete e implementa la perspectiva de género, hace aún más probable que quienes participen desde estos movimientos tengan también esta mirada en las normas que propondrán.
Incluir e incentivar a las mujeres en la política, junto con incorporar la perspectiva de género en los movimientos que existen en esta área es esencial. De esta forma las discusiones de interés y afectación públicas estarán más cercas de realizarse con una mirada inclusiva, y más justa. Lo que siempre podrá aportar para el fortalecimiento de la democracia.
