Su objetivo será poner fin a estos hechos, prevenir e identificar situaciones de riesgo, y garantizar que el Estado responda con rapidez. Lo que nos hace preguntarnos cómo estamos en Chile sobre este tipo de asesinatos.
El sábado 13 de febrero, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció la creación del Consejo Federal para el Abordaje de Femicidios, Travesticidios y Transfemicidios. Cuyo objetivo será responder ante estos hechos de violencia. Además, el mandatario explicó la necesidad de “prevenir e identificar situaciones de riesgo, y garantizar un Estado que responda con celeridad”.
El anuncio lo dieron luego de recientes femicidios, como el de Úrsula Bahillo, en la localidad de Rojas. Úrsula fue hallada entre unos pastizales, junto a un ex uniformado, que también fue su ex pareja y el femicida de este hecho.
La joven había presentado varias denuncias contra su agresor, e incluso este tenía una medida de restricción que había violado dos días antes del asesinato. Por lo mismo, Úrsula estaba a la espera de un botón antipánico, pero ocho mujeres lo esperaban antes que ella.
Este femicidio nuevamente causó conmoción en Argentina. Y provocó una serie de manifestaciones contra el poder judicial, y las medidas que el Estado toma frente a estos casos. Lo que claramente marcó un contexto para que el gobierno del país decidiera crear este consejo.
La medida y respuesta adoptada por el gobierno de Argentina nos hace cuestionarnos también cómo estamos en Chile sobre esta temática. Qué resguardos toma el Estado frente a estos casos, pero sobre todo cómo responde en la práctica.
Femicidios en Chile
A febrero de 2021 en Chile se han consumado 5 femicidios. El femicida de la última víctima, Mariana Milla Nuñez, contaba con una prohibición de acercamiento vigente. Aún así, este violó la medida cautelar, y la asesinó públicamente en el estacionamiento de un supermercado.
En Chile el delito de femicidio figura en el Código Penal chileno desde el 2010. Pero allí solo se consideraba como tal cuando un hombre mataba a una mujer que haya sido su cónyuge o conviviente, o con quien haya tenido un hijo/a/e en común.
Debido a críticas sobre lo poco que abarcaba esta ley, en 2020 se reformó. Desde ese año se establece que también hay femicidio cuando un hombre mata a su pareja o expareja sin necesidad de haber convivido. Y además, se agrega como femicidio cuando un hombre mata a una mujer en razón de su género, independiente de si hubo un vínculo con ella antes.
Si bien esto extiende la tipificación de femicidio, las medidas para evitarlos siguen al debe con las mujeres en Chile. En muchos casos, como el de Mariana, las mujeres siguieron todos los pasos que establece el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género en caso de sufrir violencia. Pero estos son claramente insuficientes.
La responsabilidad y respuesta ante los femicidios, no se basan solo en contar con una ley. No se trata de esperar a que las mujeres mueran para poner en acción una ley, sino que evitar que estas lleguen a ese punto. Siendo la ley solo la última medida cuando todos los demás recursos, excepcionalmente, no fueron suficientes.
Transfemicidios en Chile
La Ley de identidad de género en Chile, que permite el cambio de nombre y sexo registral de una persona, cuando estos no seas congruentes con su identidad de género, se publicó en diciembre de 2018. Considerando que hace poco más de dos años, recién se llegó a reconocer esto para las personas trans, es de esperar que en otros temas la legislación siga al debe.
Lo más cercano que podemos encontrar es la Ley de no discriminación (o Ley Zamudio). Que desde 2012 busca permitir juzgar cuando se comete un acto de discriminación arbitraria. En esta ley, agresiones y/o asesinatos a personas trans, y a toda la comunidad LGBTQ+, quedan como casos poco representativos. Donde solo fueron un tipo de discriminación entre todas las opciones que hay, y no responden a un crimen de odio específico que sufre una determinada comunidad.
De hecho, en casos de agresiones como la que sufrió Vicente González Lorca, evidencia cómo organismos del Estado no responden a estos crímenes. En el caso de Vicente, tanto la PDI como los medios de comunicación difundieron de manera errónea y negligente el antiguo nombre de Vicente. Lo que invisibilizó su identidad y expresión de género, y por ende los datos que llevarían a un posible crimen de odio.
Urgencia de resguardo
Con una simple contextualización, es evidente que en Chile no tenemos las herramientas suficientes para enfrentar todos estos crímenes de odio.
Es importante recordar que la violencia de género, en palabras de ONU Mujeres, son los actos dañinos dirigidos contra una persona, o un grupo de personas, en razón de su género. Esta tiene su origen en la desigualdad de género, el abuso de poder y la existencia de normas dañinas.
La violencia de género es un problema que traspasa fronteras y por ende existe en todos los países. Por ello, considerar las acciones que se toman en otros países para enfrentarla siempre puede aportar en nuestro propio contexto.
Es esencial contar con un enfoque integral que incluya todas las áreas que pueden afectar a quienes sufren este tipo de violencia. Dicho enfoque debe abarcar la construcción e implementación de leyes y políticas públicas, servicios de prevención y ayuda eficientes, cambio de normas y comportamientos en hombres y niños. Junto con balances de datos e investigación constante para mantener una revisión de la evolución de la violencia de género.
Desde Lideramujer creemos que es esencial considerar el ejemplo de Argentina. Con el objetivo de apuntar a generar espacios institucionales formales, que permitan crear políticas públicas y acciones concretas para frenar los femicidios.
Si bien la violencia de género tiene demasiadas aristas, y es importante que todas se abarquen, los femicidios tienen consecuencias mortales. Por lo que urge comprometerse y tomar acción para erradicar esta problemática.
Lo mismo ocurre en los casos de travesticidios y transfemicidios. Las normativas, y sobre todo las medidas de protección para las personas trans en Chile no responden a sus necesidades.
Es importante que en Chile se traten estas problemáticas con la urgencia que se debe. Y se consideren medidas, como la respuesta argentina, para replantearse el trabajo que se hace dentro de nuestro país para enfrentar estos tipos de asesinatos, este tipo de violencia.