Conversamos con la ingeniera de Software en Observatorio ALMA sobre su experiencia como mujer en STEM, su paso por PROVOCA, y su proceso de autoconocimiento para ser mentora.

Actualmente Camila Martínez trabaja como ingeniera de Software, en el Área de Soporte y Diagnóstico, en el Departamento de Computing de Observatorio ALMA.

Ingeniería Civil Telemática de profesión, Camila comenta que su carrera es poco conocida, pero que es la mezcla entre Telecomunicaciones e Informática. Estudió en la Universidad de la Frontera, en Temuco, su ciudad natal. Y conversó con LideraMujer en medio del invierno del sur, días después de participar en un congreso sobre ciencia.

Acompáñanos a conocer la experiencia de esta inspiradora mujer.

La Ingeniera Camila Martínez en su lugar de trabajo.

¿Cómo te enteraste de la Red de Mentoras PROVOCA?

Por mi colega Soledad Fuica, ella fue mentora PROVOCA de la primera generación. Ahí la conocí. Y me llamó mucho la atención, porque encuentro que el hecho de acompañar y mentorear a mujeres que quieran estudiar alguna carrera de STEM es per importante, ya  que fue algo que yo no tuve.

Entonces claro, me hubiera gustado ser partícipe de estas instancias. Con ella (Soledad Fuica) conocí el programa. Y después tuvimos una conversación con Paulina Bocaz, líder de la iniciativa PROVOCA en AUI/NRAO, quien me invitó a ser parte del programa. Cuando a partir de una entrevista en La Tercera, me dijo “yo creo que tú serías una buena mentora y una buena  candidata para el programa”. Y ahí me encantó.

Las mujeres en el área STEM tienen que enfrentar muchos estereotipos de género. ¿Cómo los enfrentaste tú al no tener esa guía que pretende ser la Red de Mentoras PROVOCA?

En mi carrera hay muy pocas mujeres. Yo me acuerdo que en un ramo de redes eléctricas había 60 hombres, y solo dos mujeres. Sobre todo en esta área, el apoyo fundamental para mí fueron mis pares. A pesar de que éramos poquitas mujeres, conformábamos un mismo grupo donde tomábamos los mismos ramos y todo.

Nos apoyábamos mucho entre nosotras. Siempre estudiábamos, no existía la envidia, ni el egoísmo. Eso fue muy bonito.

Y también el hecho de que, a pesar de que la mayoría de los profesores eran hombres, yo tenía dos profesoras mujeres en el departamento. Ellas igual eran un modelo a seguir, porque yo decía “ya, si ellas pudieron, yo también puedo”.

¡Qué hermosa experiencia! Y volviendo al programa ¿Cuál es la sensación que tienes hasta el momento?

A mí personalmente me ha servido mucho. Yo le comentaba a Paulina (Bocaz), que a mí me invitaron a un congreso hace como dos o tres semanas atrás. Recuerdo que tuvimos una clase de PROVOCA antes de ese congreso.

Para mí era el primer congreso en el que participaba como expositora. Y me ayudó mucho, porque me dijeron “la idea es que cuentes tu historia, qué has hecho, y motivar a más niñas”. Y yo me pregunté cómo cuento mi historia, porque igual es complejo.

Pero esa primera sesión que tuvimos en PROVOCA justo hablaba de eso, de aprender a contar tu historia. Hacerte las preguntas “quién soy” y “de dónde vengo”, para mí fueron fundamentales para dar esa charla en el congreso.

Fue tan genial, y estoy tan agradecida de PROVOCA por eso. Porque en el congreso me dijeron que había sido una de las mejores charlas que habían tenido. Para mí fue genial.

¡Qué bueno, te felicito! Y a partir de toda esta experiencia, ¿Cuáles son tus proyecciones además de ser precisamente mentora?

Yo creo que todavía tengo mucho que aprender en esta área para poder mentorear y ayudar a más niñas. Creo que sí o sí el programa me va a dar todas esas herramientas para poder hacerlo en el futuro. Porque ya lo vi con la primera sesión.

También creo que sin duda me va a dar las herramientas para poder apoyar a más niñas. A mí me encantaría mentorear a niñas de diferentes regiones, porque yo que vengo de región uno mira a Santiago súper lejos. Entonces quiero ser un aporte para las niñas de regiones, para que se den cuenta de que sí se puede, que con esfuerzo es posible, que no nos pongamos límites nosotras, que podemos salir adelante.

Sobre eso, Camila nos cuenta que en su época universitaria vivió una experiencia que la marcó mucho. Cuando iba en la micro de vuelta de entregar su tesis, escuchó hablar a un niño que iba a entrar a primero medio.

Entre las características que recuerda Camila están que el niño tenía bajos recursos, era mapuche porque iba con sus prendas originarias, y tenía la convicción de querer estudiar en la universidad.

Camila nos cuenta que en Temuco hay pocos liceos de enseñanza media, y uno de los públicos es el Liceo Pablo Neruda de Temuco. Lo menciona porque recuerda decir al niño: “yo quiero entrar al Pablo Neruda porque yo quiero ir a la universidad. Y no quiero entrar a un colegio técnico, porque eso no me va a preparar para la PSU”.

Para mí eso fue tan bonito (comenta Camila). Porque el niño, a pesar de ser tan chico tenía claro que él quería ir a la universidad. Entonces, quiero que más gente, y más niñas sobre todo, puedan ver esa opción. Puedan ver que sí se puede.

Espero que te vaya muy bien con eso. Ya con todo esto. ¿Recomendarías entonces el programa de Red de Mentoras PROVOCA a más mujeres?

Sí, absolutamente lo recomendaría. Creo que ayuda mucho para darnos cuenta de que tenemos la opción de motivar a más niñas. Porque yo le decía a las niñas “sí, es posible”. Pero no encontraba las herramientas para poder motivarlas.

Ahora siento que las tengo, que pude armar una historia con la que puedo motivar a más niñas. Y creo que eso es de mucha ayuda, de hecho ya lo vi, ya me dijeron en el congreso “oye, tu historia me inspiró, tu historia me motiva a seguir cursando los ramos”.

Yo creo que el programa sirve muchísimo. Incluso lo recomendaría a las personas que no quieren ser mentora PROVOCA, se lo recomendaría a todas. Porque te ayuda a entender y ver cuáles son todas tus capacidades. Te da las herramientas para poder motivar a más personas.

Claro, desde los espacios propios.

Exacto. Tal cual.

¿Te gustaría dar un mensaje a las mujeres científicas que actualmente están enfrentando los estereotipos de género en sus áreas?

Primero, si son científicas, ya están ahí donde están por alguna razón. Que no dejen que absolutamente nadie les quite ese ánimo, esa alegría, ese esfuerzo por el que llegaron allí donde están. No dejen que nadie se los arrebate.

Ya son grandes personas, profesionalmente. Entonces no dejen que absolutamente nadie les diga que ustedes no son capaces de hacer algo.

Y finalmente ¿qué le dirías a las niñas que ahora están pensando en estudiar una carrera STEM?

Si les gusta, si es lo que quieren, si una carrera en el área del STEM les apasiona, ellas pueden.

No dejen que nadie les diga que no pueden, ni ustedes mismas, ni su propia familia. Si ustedes se lo proponen, ustedes lo pueden lograr.

Foto de la ingenieria Camila Martínez, parte de Observatorio ALMA y actual participante de la Red de Mentoras PROVOCA
Camila Martínez es Ingeniera Civil Telemática.
Actualmente trabaja como ingeniera de Software, en el Área de Soporte y Diagnóstico, en el Departamento de Computing de ALMA.
Actualmente trabaja como ingeniera de Software, en el Área de Soporte y Diagnóstico, en el Departamento de Computing de ALMA.
Camila hacia niñas: No dejen que nadie les diga que no pueden, ni ustedes mismas, ni su propia familia. Si ustedes se lo proponen, ustedes lo pueden lograr.
Camila hacia niñas: No dejen que nadie les diga que no pueden, ni ustedes mismas, ni su propia familia. Si ustedes se lo proponen, ustedes lo pueden lograr.
La Ingeniera Camila Martínez en su lugar de trabajo.
Camila Martínez es una mujer inspiradora que podrá guiar a más niñas en su camino de interés por carreras de STEM.